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miércoles, 17 de diciembre de 2008

DIOS JANO

Como personaje, en la mitología romana, el Dios Jano es hijo de Apolo y Creuza, y padre de Fontus (al que concibió con la ninfa Juturna)… La mitología narra que Saturno (cronos/tiempo) al ser destronado por su hijo Júpiter (Zeus) se refugió donde el Dios Jano y en reconocimiento le otorgó la facultad de ver pasado y futuro simultáneamente para poder obrar con sabiduría en el tiempo presente. Es así que aparece representado con dos caras, que miran en direcciones opuestas, siendo llamado el Dios bifronte. Su representación muestra la unidad y la dualidad integradas y separadas simultáneamente. Ianus (Jano) es el Dios solar de origen etrusco. Ocupaba el punto más alto del escalafón entre los Dioses antiguos etruscos-latinos y no tiene equivalente en la mitología griega.

Conocedor del pasado y del presente, del comienzo y el fin de todas las cosas. Alfa y omega. Es una suerte de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero (monedas con su rostro bifrontal), las leyes y la agricultura. Según los romanos este Dios aseguraba buenos finales. En tanto el primer rey de Roma, condujo a una colonia etrusca y la instaló sobre una colina del Lacio, denominada alusivamente "Janícula" (colina de Jano), donde más tarde se levantaron los muros de Roma. Jano es el Dios de la astronomía y de la arquitectura. Era el Dios de las puertas, de los finales y de los comienzos; de los cambios y las transiciones, de los momentos en los que se traspasa el umbral que separa el pasado y el futuro. Su protección, por tanto, se extiende hacia aquellos que desean variar el orden de las cosas. Se le honraba cada vez que se iniciaba un proyecto nuevo, nacía un bebé o se contraía matrimonio. Por eso le fue consagrado el primer mes del año que en español paso del latín Ianuarius a Janeiro y Janero, y de ahí derivo a enero. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. En su honor, se celebraban en roma las dos fiestas solsticiales, correspondientes a la apertura de las dos mitades: ascendente y descendente, del ciclo zodiacal; es decir, a los puntos del año que, en el simbolismo astronómico, representan las puertas de las vías celestial e infernal (janua coeli y janua inferni). Jano se presenta con dos llaves, una de oro y otra de plata, llaves de ambas puertas solsticiales y también, respectivamente, la de los “grandes misterios” y la de los “pequeños misterios”.

Símbolo del templo de Jano - el eje del mundocombinación de los tres ejes fundamentales

El templo de Jano, debido a las características mistéricas de su culto, se respetaba como lugar de iniciación y conocimiento para sus devotos. El dios era el protector de los astrónomos y de los arquitectos, practicantes de disciplinas que, en la tradición, han estado ligadas y comparten un carácter iniciático. El camino que conducía hasta su templo, un sendero de uso exclusivo peatonal, era la representación de un camino de iniciación a misterios y conocimientos interiores, que ligaban al devoto con el cosmos. Este sendero recibía el nombre de "Callis Ianus" (sendero de Jano) y era utilizado como camino de culto e iniciación personal. El ritual comprendía que, al final del camino, el devoto se introducía en el templo por la puerta de oriente, realizando un recorrido que rodeando la imagen del dios, salía del edificio por la puerta de occidente. De esta forma, purificaba su espíritu al contacto directo con el eje del mundo. El templo del Argiletum no fue el único lugar donde los romanos adoraron a Jano. Al otro lado del Tiber, un altar fue dedicado a este dios en la colina de Ianus (Ianiculum). Un segundo altar fue erigido sobre la colina Oppius, que desempeñaba un papel principal en las ceremonias de iniciación cuando los niños se hacían hombres. El cónsul Marcus Duillius construyó un templo sobre el Mercado de la Verdura (el Foro Holitorium), después de su victoria naval de Mylae (260 a.C.). Fue reconstruido más tarde por el emperador Tiberius. En este templo, doce altares fueron erigidos y dedicados a los doce meses. También existió el Arco de Ianus. El Arco de Jano, en latín Ianus Quirinus, es un antiguo cuádruple arco romano que se encuentra en la ciudad de Roma, concretamente en el Foro Boario, muy cerca del Arco de los Argentarios. Es uno de los escasos arcos romanos que se conservan en Roma.

Arco de Jano. Al fondo se encuentra la iglesia de San Giorgio al Velabro

Para Jano no hay presente; el presente es apenas el fugaz instante que divide lo que se fue de lo que viene, sin fijarse ni detenerse en ninguno de los dos. Por todas estas razones se le otorga en enero el mes de culto. Para enero tampoco hay presente: una cara recuerda el año transcurrido, y la otra cara es esperanza de lo porvenir. Quitemos de nosotros la mala imagen de Jano: dos rostros no son indiferencia. Dos rostros no son ignorancia de fines y principios. Dos rostros no son ambigüedades… Dos rostros son dos posibilidades y no ninguna, que desgraciadamente solemos confundir dualidad con nulidad, en cuanto preferimos aparecer sin rostro alguno, desfigurados como el fútil instante del presente. Dos rostros tiene enero, y como enero la vida entera: la suma de todo lo hecho, y la responsabilidad de todo lo que aun resta por hacer.

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